Carnicería punk: es un centro cultural independiente, una carnicería de barrio inserta dentro de unos block social en pleno Santiago centro, que ha sido intervenida sin modificar su estética de carnicería, para realizar los talleres literarios, presentación, lanzamientos de libros, lecturas poéticas, etc.

Editorial Moda y Pueblo: somos una editorial independiente, trabajamos a partir de la fotocopia y corchetera; ediciones limitadas y enumeradas que buscan ser vendidas a bajo precio y rescatar el concepto estético de fetiche del libro por medio de diseños de libros objetos, es decir reivindicar desde la cita comercial, al libro como un objeto único de arte, inclasificable e inencontrable.

jueves, 20 de diciembre de 2007

viernes, 14 de diciembre de 2007

Dia sabado


compañeros dia jueves visiten el blog de sus compañeros dia sabado =)
en enero nos juntamos con las resistencias poeticas en nuestros libritos objetos =)

Texturas / descripciones .-




clase Hippie =)

lunes, 5 de noviembre de 2007

Mañana me voy

Por: Francisco Villarreal

Mañana me voy de este lugar, ya no quiero estar más acá, todo se muestra oscuro, decadente, tan pasado, tan ido, y eso me da vértigo, me marea y las ganas de expulsarlo todo se hacen sentir tan fuertes que me provocan espasmos. Tengo que irme, si no lo hago temo acostúmbrame a esas sensaciones, temo que se conviertan en miedo, eso sería terrible, todo acostumbramiento es terrible. O me quedo o me voy, es quedarme o dormir por un buen tiempo, y simular que vivo, me tengo que ir antes de comenzar a pensar que eso es mejor a despertar, aunque no sé si eso sea lo que quiero, pues ya no queda nada a que escribirle, nada y nadie, ni siquiera a mí mismo, ya no queda nadie y eso es miedo y mentira, porque al final siempre se trata de mí, aunque seas tú a quien le escribo, se trata de mi dolor, de mi deseo, de mi desesperación, hago como si ese dolor pasara por ti, por el hecho de no tenerte, por lo fatídico de no sentirte, por aceptar la realidad de que no estamos hechos para cruzar las calles de esta ciudad tomados de las manos, hago como que ese deseo se debe a ti, al deseo de cumplir la fantasía de poseerte, de tenerte en un baño público, a la aspiración de amasar nuestras lamidas bajo el altar de una iglesia, al explotar afuera del trabajo de tu papá y que él nos vea y que a él le guste, como a mí me gusta, hago como si eso me desesperara, como si fuera algo de vida o muerte, como si fuera una especia de ultimátum divino, pero no se trata de ti nunca se trató de ti, sé que no hay que decir nunca tampoco jamás ni muchos menos para siempre, pero al diablo con esos absolutismos que se disfrazan con los harapos de la relatividad, yo siempre siempre te dije que nunca nunca jamás jamás podría odiarte, y lo cierto es que ahora lo hago un poco, pero es sólo un poco, lo suficiente como para poder creer que me voy de aquí y que eso no se trata de ti. Este lugar me marea y yo sé por qué lo hace, no es esta pieza, no es esta casa, sino los recuerdos que lo impregnan todo, es mi memoria y por eso puedo creer un poco, aunque sea sólo un poco, de que no se trata de tu ser, sino del mío, y por eso la necesidad de irme, por eso el vértigo, la oscuridad y las ganas de expulsarlo todo, de tirarlo todo por la ventana, esa ventana deforme que tanto te gustaba, que tanto rozabas, que tanto besabas, tirar todas las cosas, todos los recuerdos, y yo con ellos, por eso decidí que sea mañana el día de irme, de correrme de este lugar, por que estoy seguro de que mañana no se tratará de ti.

martes, 30 de octubre de 2007

Conversacion Feria del Libro - Berenguer - Ramirez


Miercoles 31 de octubre
Feria Internacional del Libro de Santiago
Estacion Mapacho, 16:00 hrs.

Mesa de lectura poetica y conversacion "Porqué escribí"
participan: Carmen Berenguer y Diego Ramirez

organiza Balmaceda 1215
sala Camilo Mori.-

martes, 23 de octubre de 2007

Carta a Plutón

Por: Lucas Ríos
Plutón:

Se me recuerda el corazón en tu atmosférica escritura, y el recordarte se me hace difícil al intentar acercarte lejos de tu orbita normalizada del pasado-ya-perdido. Es necesario que aún me sepas vivo, que aunque te hayas alejado de mi lado, te hayas expulsado de nuestro encuentro en los registros astronómicos, aún puedo colapsar por tu cuerpo y descongelar mis dedos para probar por última vez tu superficie, porque me dejaste orbitando aún sobre el aroma a tu piel que no se va por más que te borren. Explotaste cerca de mis labios para corregirte el error, argumentando que tu cuerpo no es tan pequeño como el universo; y yo me retracto y quiero ser Caronte para mirarte de cerca, para entrar en tu orbita y jugar a darnos de las manos, y correr por el paralelo hacia una masa invisible de energía que no existirá. Explotaste y me dejaste abandonado en el sistema solar, alejado de las palabras que terminan mi nombre, desperdiciado en el final de tu amor que me dejó aquí volando como tú lo haces ahora sin hombre en tu corazón, sin voz en tu soledad. Explotaste y me dejaste flotando con cráteres superficiales en mi piel, en mi herida sin oxigeno abierta ahora que te alejas, y dejaste mi planeta lejos en el oscuro mar negro para hundir tus labios en otros ajenos, en otros-lejos. Tu pequeño cuerpo denso ya no me desea cerca. Tú, ya no me acaricias la distancia orbital que nos acogía hundidos en el espacio, en esa realidad de estrellas a punto de sangrar sus lechosas puntas sobre los rostros, en esa realidad que nunca quise afrontar sin tu compañía; sin tu cercanía. Ya no me quieres transformar la vida y sin embargo yo tampoco quiero que vengas más a congelarnos las lenguas, alejados del sol, de toda esa masa estelar que nos cubría las noches donde nos escondíamos al final del universo, al final de toda realidad posible para taparnos con las sábanas del frío y el colapso; tú colapso que llego más pronto de lo esperado. Ya no quiero tu cercanía y te perdono el que te hayan borrado en papel, en escrituras vagas que no se comparan con el fondo que nos mira de cerca; te perdono tus problemas y tus rabias sin atmósfera, sin juegos de temperaturas sobre tu superficie que se espesa más ahora que tu boca a probado otras bocas ajenas, y yo aún estando cerca de ti, te miro los cráteres que dejas a tu paso, por los recuerdos, por las lenguas, y te lloro la agonía de perderte en el más-allá-lejos-espacio; te lloro la impotencia de no orbitar en tu masa. Aún estando cerca de ti, te miro en el recuerdo orbital de nuestro pasado que se borra por la atmosférica escritura, por lo lejos de tu cuerpo en un pasado-ya-perdido.



Neptuno

lunes, 22 de octubre de 2007

viernes, 12 de octubre de 2007

Fiesta Carnicera


Lectura de talleres literarios
El baile de los niños y Moda y pueblo
dirigidos por diego Ramírez


Invitados:

Jordi Lloret
Eugenia Prado
Gustavo Barrera
Paula Ilabaca
Gladys González
Gonzalo León
+ Videoarte de Darinka Guevara
+ Música de Ammy Amorette


Fiesta carnicera: Moneda 1741. Local 8. esquina Almirante Barroso. Metro Santa Ana.
21:00 hrs.-
http://moda-pueblo.blogspot.com

Inauguracion Carniceria Punk


FIESTA CARNICERA

Lectura Poética de Resistencia
Moda y Pueblo

Inauguración de La Carnicería Punk

Lectura de talleres literarios
El baile de los niños y Moda y pueblo
dirigidos por diego Ramírez

miércoles, 3 de octubre de 2007

Atina Turner

Por: Carolina Benavente

Atina turner

atina turner Caroloca
loca, te dice, te quiero mucho
y te habla de mareas que suben y suben
y luego bajan
aunque antes subieron
como pocas veces, sí
pero bajaron piensas, ay sí
¿y tú qué crees Carola?
¿alcanzaron las mareas a inundar ese valle
o siquiera a empapar sus rocosas paredes,
los pedregales donde tu piel se desliza
y que son pétalos a veces o lo parecen
como azules flores nacidas de aquella sal?


atina turner Carola,
Caroloca, te dice, sos un sol
loquilla amante del gesto de la locura
la de Vladimir y la suya
ese gesto de la mirada
del ojo extraviado que divaga
donde no llegas y se pierde
se pierde
se pierde
se pierde

muy lejos pasando la Cordillera
donde tus pestañas no alcanzan a echar sombra
y tú quieres llorar a mares llorar
para endiluviarlo todo
y sobre esas olas traerlo
o navegar hacia allá


atina turner Carola, no seai weona,
su mujer perfecta, te dice que lo piensa
que lo piensa y lo piensa y lo piensa, sí
y tú loca piensas
que no lo siente, ay sí
y él nada dice pero al no decirlo
te lo grita ¿sabes?
y sin embargo también sabes

así como él

que en cuarenta años más

- que es lo mismo que decir para siempre -

seguirán juntos o lo estarán
sumergidos en las rocallosas olas
del mar que es este inmenso mundo


¡y atina turner poh' Carola!
loquilla, te dice, somos demasiado parecidos
y aprende a no esperar nada y a darlo todo
porque aquí no hay ninguna apuesta
sino más bien un extraño destino
que todo el rato se quiebra
porque hay fracturas como fractales
historias hechas de hilvanadas rupturas
de abismos infranqueables e insondables murallas
que conectan sin embargo las más distantes galaxias
y no dejes de besar tus pestañas con el agua de los ojos
porque al hacerlo estás
abrazando cada sol con tus carcajadas luminosas
alumbrando el mundo cuando lo mojas


atina loca, Caroloca
que mejor es a veces no entender
y sobre todo
que lo más que te gusta es no entender nada
loquilla, te dice, y le crees
y en su locura te embruja
y en cada vértigo te atrapa



cbm, agosto 2007

Por eso te escribo desde adelante

Por: Oscar Hurtado


Amado mío:


Se que en las noches solitarias, las calles se hacen más largas y pesadas, el aire va a tu encuentro y te detiene el andar. Eso hace la soledad, la soledad de las calles vacías de rostros humanos, vaciadas del calor de hogar. Por eso cuando detracito de nosotros se nos aparece la nota fuerte de los pasos masculinizados, viene la sensación de persecución, las ganas de huir, de resistirle al viento. Por eso te escribo delante de ti. Nunca detrás.


Porque las pisadas masculinas se hunden en las veredas, en las calles, en la tierra. En la tierra se hunden más fuerte que los pasos de mujer. Y pareciera que nos arrastraran hacia ellos. Por eso la gente corre cuando siente los cosquilleos de sus dedos cerquita de sus espaldas frágiles y desprovistas de seguridad. Porque no pesan lo mismo que las pisadas femeninas siguiéndonos el ritmo de nuestros pasos.


Y a pesar de mi cuerpo minúsculo y virgen, carente del peso de lo real, muy a pesar de mi yo-niño-adolescente, no puedo negar mis pisadas de hombre, que por muy despacio que suenen se hunden igual, por ser la marca viva e inevitable de lo que me dejo esta madre patria. La enseñanza básica de este país paranoico. Que no le resiste a los pasos que vienen detrás de uno. Desde esa fecha en que nuestra bandera se rajó en dos y en que la noche fue más fría, por eso nuestros sentidos estaban más sensibles, por eso era más fácil herirnos y ellos, sabiéndolo, no hicieron nada por evitarlo.


Por eso te escribo delante tuyo, porque la paranoia social en la que fuimos forjas no te dejarían resistir mis palabras, las primeras que escribo en esta página en blanco de mi vida, Que te siguieran la huella para cantarte lo que siente. Sólo eso. Nada más. Por que en este país solo a la culpa se le deja que nos persiga, y de lejitos ni siquiera de cerca, para no atormentar las calles pálidas que fueron saboteadas por las botas militares, botas con pisadas de hombre.


Y aunque sé que nuestros gustos (las primeras chispas de algo que se escinde de este frío que nos congela) doblaron en dirección contraria en aquella esquina de esta ciudad que no olvidaré jamás, te pido que escuches estas, mis primeras palabras, que rompen con la hoja virgen que soy. Te pido que seas mi lector, para que rescates lo que la insignificancia de mi mirada nos dejo. A los dos.


Tanto cuidado le llegue a tener a tu piel hiper-sensibilizada por los nuevos fríos de esta patria, que te escribía con la mirada, en esa época en que te conocí sólo con la mirada, desde bien lejos, al frente tuyo pero lejos, aunque no tanto, para que no me perdieras la huella. Y de tan lejos es que te escribía que mi voz parecía que perdiera su sonoridad, Te parecía que me quedaba mudo cuando me increpabas en las horas de nuestros encuentros, aunque no fueran nuestros en el sentido en que los amantes usan esa palabra. Por temor a la represalia de lo que de mi boca podía salir. Por ese “se me va a pasar” que me mordía la lengua para no hablarte y decirte lo que sólo te quería decir. Que te amo. Sólo eso. Nada más.


Pero no te me pasas. Ni de mi corazón, ni de mi cabeza, ni de mis manos, ni de mi piel. Porque te clavaste en mi memoria virgen, virgen del deseo adulto que significa querer.


Por eso te escribo desde adelante. Porque no puedo evitar las pisadas de mis pies pesados. Porque no me da el cuero quitármelos, no en esta ciudad que nos enseño a desconfiar. Que de vez en cuando se aparece con sus barridas como queriendo limpiarla con cloro y desinfectante. Por eso no me corto estos pies. Por que con ellos he de huir cuando esta nación hipócrita nos vuelva a olvidar.

A pesar de mi cuerpo delgado y frágil que apenas es capaz de resistir su propio peso y de hacerle frente al golpeteo de mi corazón, el que me palpita como tirándome al suelo para revolverme entero según su ritmo, puedo ver que las calles nos vigila, a quienes sentimos, esto lo que yo siento ahora por ti. Porque para salir de los armarios de esta ciudad, para nombrar tu nombre maduro y adulto, se requiere soportar las miradas de ellos. Porque se hubiera forjado esta identidad-deseo en la histeria de esos juicios paranoicos de creer que fue culpa de las manipulaciones infectas que se ejercen con el poder atribulante de los machos, por la trasgresión mórbida del los apetitos corruptos. Aunque sólo me faltara un año para ser mayor y libre (vaya límite de esta ciudad, que mira en unos cuantos meses lo necesario para ser mayor). Por eso el miedo se colaba en mí. Por este país que acoquina y encacha a los inocentes y deja olvidados en sus tranquilidades disimuladas a los culpables (porque nadie puede evitar el dolor que esa fecha nos dejó, ni menos ellos). Por que de tantos decírnoslos que esto era malo lo llegamos a creer de vez en cuando. Y en eso estará su compasión (por cierto que palabra más corrupta, que no nos reconoce como iguales) y estaría mi yo-niño-adolescente anidando la posibilidad de algo que pudo ser. En el corazón mismo de la historia que avanza a su reflejo deformado se escondía el mío frágil e inconmovible a las formas habituales de ser. El corazón dentro del corazón. Y que por no declararme tú no me reconoces. Ni mi voz, ni estos ojos, ni este cuerpo hecho cenizas por las fabulas sitiadas por las llamas. Sin embargo, aún así, te enfrentaste a mi vergüenza, vergüenza de mi deseo infantil.


Ese fue el quiebre: mi yo niño-enamorado. Que lo primero que hizo fue fijar los ojos en los tuyos, a imitar tu piel experimentada y mayor, reconociendo el corte recto y sagaz de tu cintura en la mía como la superficie en la que se abren los espacios por los que se entiendan otros modos de contactos, como el modo particular de pensar, dable a los nuevos sonidos y ritmos locales.


Por eso debo escribirte, aunque sea delante de tus pasos, para que no temas. Porque prefiero eso, al menos en este instante en que te escribo, que callar o detener mis pasos que te siguen, que es lo mismo. Aunque no me conozcas, aunque mi diario imaginario ( a los niños no nos permiten tenerlos) este carente de las fechas decorativas o de aquel papel de dulce que tiraste a la basura, sin pensar que yo lo guardaría, yo sí te conozco, lo suficiente para dedicarte los primeros balbuceos que he de proferir. Porque te amé en un instante fugaz de estas tardes de invierno.


A pesar de que te amé tanto, tanto te amé como para no molestarte con la mirada mientras dormías, tanto como para escribirte por adelante y no por de tras, a pesar de ello, solo un noche soñé contigo. Lo soñé cuando ya te habías ido. Soñé que volvías. Volvías como si no te hubieras ido. Que volvías recordando lo que a nuestra generación había olvidado hace mucho. Ese espacio que ocupó la carencia y que se transformó en olvido. De los que volvieron sin recordar y por ello nosotros, que esperamos de la otra orilla, también olvidamos. Pero tú me devolviste el recuerdo de lo olvidado.


Por eso desde la vigilia flemática, este gélido espacio inerte, te escribo para que sepas lo que tú imagen de ensoñación (porque sé que no fuiste tú, porque tus ojos de vigilia también olvidaron lo que los sueños se resisten a olvidar) me devolvió. Para que al leer recuerdes. Recuerdes que en la distracción de tus ojos vacilantes que pasean por esta ciudad en vigilia estuve posado yo, aunque no lo notaras. Que la insignificancia de esas horas se vacíen ahora sobre este papel, para que sepas lo que fuiste para mí. De este ardor que me recorre, que se arma y se desarma en la cercanía de tu imagen. Por eso te escribo, y aunque siempre temí escribir porque escribir era verte, fuera, desconociéndome, ahora se me hace necesario revelarte lo que no supiste ver. Espero que estas palabras sean tu regreso.


Recuerdo tu polerita de Superman insinuándome algo importante, el piercing en tu boquita, boquita que hubiera deseado entregarle la mía para que ambas conocieran lo que es amar. Amar en el amor fugaz, el amar en el amor desinteresado, en el amor tórrido. En el amor que dura un día, una hora, un solo beso.

Del amar que me inscribe con las pequeñas colecciones de secretos releídos por tus labios. Que dan y reciben como acto amoroso condenado. De aquello que pudo ser. No dejaste espacio. Todo cuarto vacío lo llenaste de amores. Amores que hieren, erotizan y calman. Amores que se graban en la ciudad desde la que te escribo Ay, pero como haber tenido una sensación de mi cuerpo-vivo (mi cuerpo-en-llamas) si no tenía la presencia de tuyo.


Te quedaste inmóvil para este sentimiento que se me revela como nuevo, el nacimiento de algo que nadie ha notado, ni siquiera Ellos que todo lo ven. Solo yo. Solo mi fantasía ingenua y llena de nuevos juegos. Pero mi esencia estaba transida de lo que ellos dijeron que era lo que yo sentía. Que sólo era el hombre prisionero de sus juegos sado-masoquistas.


Pero en ello apareciste tú, en medio de esta pausa fría de las calles en desvelo, y fue como si me invitaras a salir en esta noche que se repite en los espacios en que te imaginé conmigo a solas sin el pudor de los otros chicos a perder el control y darse en entrega. En un paseo que era ese otro imaginario, el imaginario personal del hombre que es capaz de ser recipiente y de apodarse con las palabras femeninas en desuso.


Por eso mi escritura esta delante de la tuya, no para demostrarte nada sino para demostrarte lo nada que soy.


Pero no entiendas este nada como nos los han mostrado ellos. Este nada es aquello que nosotros, solo nosotros somos capaces de pronunciar. Aquellas palabras pasivas que se vuelven activas. Porque este acto amoroso se desprende de eso que nos fue entregado por pasividad y que lo convertimos en el acto en su máxima expresión, Porque los chicos que no le tememos a darnos a entrega, a ser receptáculo amoroso, como acto femenino que se vuelve condenable en estos cuerpos de machitos, sabemos que existen cosas, existen cosas que nacieron en el lenguaje patriarcal, que fueron aparejadas a una pasividad que sólo es capaz de entenderse como acto de negación. Por eso sus botas militares con paso hombre, por eso sus tanques con pasos de hombres, por eso el genocidio, por eso el poder. El poder que se vuelve negación, independencia, olvido, dictadura y democracia y que sin embargo nunca dejó de ser negación. Nunca dejó de ser paso de hombre fuerte tras los nuestros débiles. Por eso su mal entendida pasividad. Nosotros volvimos eso que es pasivo, en cuanto se entrega, a la acción en su forma más prístina. Porque no sólo nos preocupa integrar esta nación cada vez más fría (dios mío cuando va a dejar de descender las temperaturas), no nos interesa que nuestros cuerpos machitos-afeminados integren el selecto grupo de opresión de los hombres con sus pasitos-fuertes. Porque eso lo entendieron nuestras hermanas desde un comienzo. Que su lucha les viene primero de sus cuerpos femeninos que escapan de la persecución de los pasos de hombres que las hunden. Que todo lo demás que se aparezca viene con ello, al ladito. Por eso nos interrogaron. Por eso nos exigieron. Por que nuestros cuerpos no sentían lo que sus pieles siente (dicen que cada vez más sensibles a los fríos de esta época). Pero no es así. No para nosotros, que en el acto amoroso en su plenitud aprendimos a articular aquellos gestos que quedaron relegadas a sus cuerpos de mujer. El ser receptáculo. En eso está nuestro saber. Porque no es sólo coger y volver a coger, sino sentir que el otro se adentre en ti. Esa pasividad que se ejecuta en nuestra acción más vívida. Nuestra acción de decir “sí soy”, cada vez más fuerte y que quizás algún día nuestros pasitos dejen de escapar de los pasos fuertes que nos hunden (nos tragan y nos ahogan) en esta ciudad paranoica.


Porque no somos solamente hombres entregándonos a hombres en un juego hedonistas. No. somos los hombres que aprendieron a usar las palabras femeninas fuera de la moda de esta época infame, supimos entregarnos en esa pasividad que se vuelve la actividad de estas sueños resquebrajados. El signo de lucha que baila alrededor de este fuego que se re-significa: De hoguera a expiación, en el quemar de los cuerpos vueltos ceniza, a este nuevo fuego, fuego inaugural que siento por ti. Inicio alrededor del que danzamos.


No sé porque te digo estas cosas. Sé que es increíble lo que puede resultar de algo tan insignificante como los insectos, una parvada de aves, la salida y ocultamiento del sol, nuestras miradas rozándose. Por eso te escribo, por eso escribo, por que encontré el significado de aquello que pudo ser, y por ello no le tengo miedo a la insignificancia de la vida. Porque de ti aprendí que no era tan malo, que una tarde en el parque se puede equipar al la más atrevida hazaña vanguardista y provocativa de nuestra época, porque me enseñaste que finalmente no era solamente eso. Que siempre había algo más,


Sé que por eso ellos me obligan a odiarte, por dejarme en este palpitar de deseos que ebullen y que no pudieron tomar el peso de los objetos, Y aunque Ellos me instiguen a odiarte, nunca me atrevería a hacerlo aunque los espacios condenados a los ecos de tu voz sí lo hagan, porque se que hubiéramos sido muy felices. Que increíble que pudo ser.


Porque mi amor por ti nunca llegó a tomar el peso de los objetos. De los artefactos que pesan, que ocupan el espacio y lo agotan, que al moverse dejan su ausencia. Por eso quizás no te me has ido todavía de mis sueños a pesar de que tu cuerpo-objeto sí lo hizo. Porque no tenía el peso que tiene todo lo que existe. Porque no tenía el peso de los pasos masculinos que marchan tras nosotros en las calles vacías y que gatillen el que queramos huir. No tienen el peso de eso que hace que ahora te escriba desde a delante tuyo y nunca, nunca más detrás de ti, para no ahuyentarte.


O quizás fue para que mi corazón no se plagara de tus objetos y me dejaran espacio para otro. Un otro en que el vuelva a escuchar los mismo sonetos que algunas vez sentí por ti. Para que quedara espacio para nuevos amores, amores guiados por este fuego inaugural (el nuestro). Fuego que garantice que todo nuevo modo será iluminado, en los nuevos amores, en las nuevas entregas y en las nuevas horas de desvelos en mi cama, aunque Ellos me haga creer que es sólo la noche que me espera como siempre.


Se despide (otra vez, aunque ni eso lo hayas notado) con la misma dulzura

Mi yo-niño-adolescente

domingo, 23 de septiembre de 2007

Si Quieres Venir

Por: Javiera


Si quieres venir
te espero con mi vómito fresco
con mi piel en un plato
con mis pies bien lavados
con una gota de ácido en cada poro
con dientes de drácula
con los ojos bien lentes
y con la mirada bien cielo
con el pelo echo áfrica
y mis manos.
si quieres venir
te puedo picar la cebolla bien fina
te puedo dar la risa hasta q te duela el músculo
te puedo dar la sorpresa del infarto
te puedo sacar a bailar todos los pies
te puedo gritar hasta dormir
y rascarte la parte de la espalda que tu no alcansas.

Si quieres venir
te puedo llevar a pasiar
a la pileta del avión todos los días
como mi abuelo a mi abuela
y ver como las tardes se terminan.

Taller jueves - La Primera noche.-

modaypueblo (resistencia. taller de madrugada)


exitencialismo antes de escribir y hans pozo en la pared .-

la Javiera =)


la pizarra y el sueño.-


chikillos todos =)

trabajos a partir de una accion de arte: Javiera y el C.A.D.A , Francisco y el "Ay sudamerica", Lucas y Copello.

Lucas y javiera escribiendo.-

miércoles, 12 de septiembre de 2007

El frio se nos atora en el cuerpo

Por: Lucas Ríos


Es inexplicable como el frio nos atora las lenguas dentro de la boca, y los besos se desabrigan bajo las sábanas; allí en el vacío, porque nuestros cuerpos aún no están tan cálidos para derretirnos las manos por entre las ropas y poder tocarnos, y limitar la noche a un par de a-brazos antes de investigar el neón ciego sobre tus ojos.

Me dices que deje de temblar, que no me mueva para que puedas respirar, para que te calmes. Respiras: una, dos, tres y más veces mirando directamente el deseo de hilar las ideas que soñarás; ese cuento de no-terminar que me escondes al amanecer, porque sé que te deseas nevado frente a la erección de otro, y me dices que no te hable para que te salives sobre el brazo y no sobre mi olor.

Yo te repito insistentemente que no es culpa de mis dedos, ni del fuego que contengo, ni de tus palabritas cursi sacadas de algún libro, sino del frio que se me mete en la boca y me deja estupefacto al levantar mis párpados por encontrarte ausente sobre el aire; es el frío el que me ahoga cuando te respiro humo ante la realidad única de mi amor marchito.

¡Corchetéate la boca! – me insistes con tu dolor a imaginar, a aparecer sobre mis labios nuevamente, y yo en desespero golpeo tu mejilla roja por el sudor. Se te ciega el frio en las manos, e intervienes con tus siniestras palabras. Te levantas, me destapas sobre la húmeda atmósfera; te despojas de mi aroma y me miras por última vez; me deseas y quieres volver a apretar mi pecho contra el tuyo y buscar nuevamente lo que nunca encontraste al dormir junto a mí; me deseas y quieres volver a morder mis palabras que no escucharás jamás, y me miras por última vez la carne sobre el pequeño espacio en la realidad.

¡Vete! – te repito mil veces, cansando mi lengua y deseando que te quedes. Te lo repito para que entiendas que no lo creo, que no te creo, que no tengo miedo a la huída, al desierto de mi alma sobre mis manos; para que te mantengas sobre tus pies, inmóvil en mi cuarto y en mi sequedad de la noche, sin embargo tu no deseas posar más para lucir tu belleza en mi fealdad. Me miras y me lloras.

Para cuando ya has dejado de mirarme, el crujido de la puerta deja de sonar sobre mis piernas y mis rodillas, y mis lágrimas se cruzan para verlas en soledad, apoyadas en las sábanas que alguna vez tocaron tu voz; las mismas que alguna vez nos abrazaron juntos, sudando de miedo por desfallecer el deseo, acabando-nos en el día, en la noche y en los cuerpos.

Sólo, allí sobre la invisibilidad absoluta, en la noche nevada, el frío es más frío sin tu sangre, ni tu mirada cruzando mi piel. Allí sobre la imaginación, mi cuerpo se quiebra al escuchar por última vez el latir de un corazón, que se nubla al caer rendido ante la pelea incesante por intentar encender un deseo; un amor.

lunes, 10 de septiembre de 2007

Diario de vida

Por: Francisco Villareal .-



31 de Julio
Diario. Hoy desperté con ganas de recordarlo, y no se debe precisamente al hecho de que haya soñado con él, estaba ahí, ocupando su sonrisa perfecta, perfecta para mí tristeza. Tampoco se debe a que haya leído unas tras otras las palabras que dejó tatuadas en hojas de cuaderno que ya no tienen ni su color ni su olor original, es que él ya no esta, y esas permanencias se hacen cada vez más difíciles, y sé que llegarán a un punto en que se harán imposibles. Tampoco se debe a que la única fotografía que tengo de él esté guardada en mi cabeza, o en mi memoria, o en mis palabras, y me duele el que no haya sido yo el que se la haya tomado. No, no, estas no son las causas de que yo haya despertado con ganas de recordarle, sé que hay algo más pero él ya no está para decírmelo.
5 de Agosto
Tengo la boca amarga de tanto amarlo, y él no se ha dignado a volver, no hay nada, ni siquiera una corta visita somnolienta, sólo espera, sólo esperar una llegada que es físicamente imposible, esperar acompañado de botellas vacías, de cigarrillos añejos y de canciones que ya ni siquiera es necesario volver a escuchar. No sé si mi cuerpo aguante más esta tristeza de no sentirle. No sé si mi mente aguante más el recordarlo. No sé si mi corazón aguante más este sentimiento de no tenerlo.
7 de Agosto
Diario.Estoy feliz, hoy me visitó, parecía un ángel, en realidad no sé si lo era, lo importante es que lo vi, lo vi, como en aquella fotografía, escuché sus palabras escritas, sentí su piel, era como nuestras canciones tocándome. Lo vi justo cuando pensé que ya no podía más. Lo escuché, me susurró al oído lo que debía hacer para que lo dejase de recordar, y solamente vivirlo. Quiere que viva con él para siempre y eso me hace tan feliz. Diario, te escribo a pesar de lo difícil que fue encontrarte, las botellas me lo impedían, mi cuerpo ya no aguanta más este alcohol que quema mis entrañas, pero eso ya no importa, mi cuerpo ya no tiene ninguna importancia, ahora sólo importa que estaré con él, bebo apresurado esta última copa, pues me dijo que cuando me la terminara, estaría para siempre con él, y ya no despertaría nunca más con ganas de recordarlo, ni con la boca amarga de tanto amarle.

jueves, 30 de agosto de 2007

Nieve

Por Carolina Benavente
(Taller Moda y pueblo / día jueves)

Nieve

Nieve, caían los copos detrás de las cortinas mientras me tomabas de pie frente a la estufa. Y mi noctámbula piel se quemaba por fuera, por dentro, mis brazos apoyados sobre la estructura de metal, tus manos sosteniendo mis caderas, trepando hasta mis hombros, buscando mis senos desde los recovecos del deseo. Más allá la nieve amontonándose sobre el pasto, en el patio apenas esclarecido por mis ojos entreabiertos y el farolito colgando sobre el marco de la puerta. Flotamos y caímos sobre las sábanas, tú introduciéndote a mis espaldas y yo jadeando debajo de ti, evaporando cada partícula de frío en la fricción de nuestros mojados pliegues, en la humedad burbujeando y chorreando, imprevista lava de invierno, llamarada de agosto en el Sur. Nieve, la sorpresa que nos preparaba la noche más gélida del siglo, primero viendo caer el cielo puntilleado de blanco, jugando como niños a arrojarnos bolas, dejando un muñeco sonriendo en la esquina donde nos embriagamos de poesía. Mirando luego esta ciudad tantas veces recorrida, ahora distinta y virginal vestida de novia desde la ventana del taxi y la calidez de mis dedos que deslizabas bajo tu cinturón. Nieve, el frío envolviéndonos y el pequeño incendio que hacíamos avanzar contra la helada noche, en la tibieza de tu carne frotando mis laberintos interiores, arropados por las lenguas de una hoguera más poderosa bajo esa irrepetible lluvia de blandas estrellas, el suave y gélido manto que nos empujó a nuestro último encuentro, a nuestro último calor y al último vuelo de nuestros entrelazados cuerpos. Nieve, caían los copos, me tomabas frente a la estufa, nuestras inflamadas pieles se derretían sobre las sábanas, las humedecidas calles de Santiago resplandecían de soledad.

cbm, 9 de agosto de 2007

miércoles, 29 de agosto de 2007

EL SIGNO DE TU FRENTE

Por: Oscar Hurtado .-
(Taller Moda y Pueblo / día miercoles)

En el tiempo que madura
se genera el espesor del tiempo perdido.
Y en esa espera que contempla
está el padre, que se transformó en hijo
y que vuelve a su rol inicial
esperando en las locomotoras añejas
de ese 1858 en que ni siquiera pensaba nacer.
Pero sucedió.
Y fue hijo.
Y Luego padre.
El padre Transformista
que viste con las ropas del hijo
pero que finalmente
vuelve
en este nuevo tiempo
y en esta nueva mañana
Al rol del padre.
Al padre que espera
el regreso del hijo

y te llama:
Orazio , Orfeo o acaso es Octavio, no, ese no.
Ese es el octavo día
Día que repite insaciable la creación de nuevos cielos
Que sean moradas para nuevas aves mutiladas.
Aves que cantan con una sola nota.
Aves monofónicas.
Aves que entona nuestra exclamación rusa de la paz. La Tierra propia.

Y tu sigues en la lucha (¿acaso lo sabrá?).
Y sientes su voz que viene del desierto.
Lejano,
y te llama
pero no por tu nombre.
Es Obed?,Orígenes?????, Oderico???????, Olegario?????????????????

Y también está la madre que recuerda
en el sopor del olvido
que era la abuela
y busca hombres imaginarios
con los que acercarse a los juegos originales
con un OMAR,
¿acaso lo eligió ella misma?,
¿acaso lo soñó?,
o sólo fue el espejismo
que la hace ver entre retazos
un agua cristalina
que repite el nombre,
un nombre
que no alcanza apercibir totalmente
pero que cree que es Omar.
Sí, es Omar,
por ser primer hijo y discípulo;
altavoz dotado;
famoso.

Y los hijos de la abuela
están en el intersección,
donde olvido y vergüenza se ponen
uno a cada lado del espejo
y parecen ser sinónimos
y donde se inventan nombres
que configuren una realidad posible,
de ese hecho que no fue
que quedo en el recuerdo,
en el llamado del padre
que se hizo hijo
y que vuelve a ser padre.
Pero ¿de quien?,
de ORLANDO
que viene del país excelso
(país de reyes y soberanos) o de
Oria que es oro
o de Oriol que es dorado

Nombres que guardan el resabio
de un hijo que no fue,
el hijo que será problemática social ,
las luchas olvidadas en los sitios exclusivos
el hijo que transforma al padre,
que se hizo hijo,
y que vivió con la herencia de la juventud devuelta
por quién sabe qué.
Pero que recuperó una juventud tuerta
que de su única ventana
empañada
por el vapor del olvido
no lo dejó ver
las noches que se hacían más largas.
En los bares.
En el nuevo apartamento de soltero.
En las nuevas promesas de amor.

Es la poca orientación.
Lo único que saben
es que nunca desearían un OLIVERIO, que en verdad
es sólo Olivia que es ramo de paz envuelta en papel de periódico lista para
alumbrar la estantería de sus cuartos vacíos.

Pero no pueden elegir el signo de tú frente.

(Es eso lo que se pierde cuando se gana)

Y al ver tus gustos,
Que son tu manera amanerada de pensar.
Imaginan.

En el gusto por los hombres
se configuran otros nombres
que en otra instancia
hubieran sido motivo de alegría.
Ahí se embarcan
por esta locomotora que se extiende
41 km y 81 y 151 después,
que ahora dicen que son miles
de años de distancias,
los gustos por las Olgas Sagradas
o a las Olimpias Celestiales.
Pero nunca por las OFELIAs,
que es la que no agrada,
por ser Serpiente,
que tienta,
es la mujer en que los hombres
difaman a otras mujeres.
Nunca debe ser Ofelia.
Peor aún seria tener una Odile.
Por ser nombre de dios(a)
y porque sabe que si Dios es hombre
el hombre es Dios.
Puede ser Odell
o incluso Olinda.
Siempre son más preferible las
Otilias
que aunque sean Ricas
No lo es más que OTÓN
Y su gemelo Oto,
nombres que reflejan el alma masculina
que es montaña y dueño (¿es realmente así¿).
Son las Otilias sirvientas, esclavas y asistentes,
todo a la vez.
O Las Olgas que prosperan y que son invulnerables,
o el tesoro que oculta a Odette
……. Todas ellas……… Que surgen………………….. Bellas.
pero que en tu nombre masculinizado se vuelven en ruido atroz
se vuelve el pecado a remediar
y nace en el imaginario
el Orestes enamorado de su par Otón.
O los OSVALDOs que surgen del recuerdo de una discotheque en llamas
que ahoga la música estridente
en que se entretejían los besos ocultos (dicen que prohibidos)
de hombres viejos con hombres novatos,
hombres casados con hombres vírgenes,
hombres con hombres.
Y donde los números salieron a bailar
alrededor de la pista
donde sus pasos se cifraban en clave Morse
siguiendo la coreografía de Anaí que se transformaba en Lucía Méndez
con la misma facilidad con que los machitos-padres
se convierten en los machitos-hijos.
¿Y el show final de Kika y sus bailarines?
El show final era el fuego,
el show de este país mezquino y fóbico.
Ese es nuestro show colectivo.
Y los números siguen y se multiplican:
El 4 del 9 del 93,
3 y media de la mañana,
32 horas de rescate de cadáveres
maquillados y disfrazados para su función estelar.
150 llamadas telefónicas
De los otros cadáveres, cadáveres en vida
Que siguen habitando esta nación.
El 17 del 9 fue el examen dactilar
(y tú ¿cuándo se lo dirás a tu padre?)
El 18 que es 16
Y que se vuelve 23
Y que esta patria
hubiera querido que sean 2.978.765
los que hubieran quedado tras las llamas.
Y Satán, dónde está Satán.
Corría por las calles.
Libre e Inexpugnable.
Y ahí estaba tu padre
sufriendo por ver la transmisión
del partido de la selección Sub 17
en el mundial de Japón.
De Chile v/s República Checa
luchando por un tercer o cuarto lugar.
Mientras los otros chicos
se escondían en un cuarto o baño maternal
escapando del cuadro infame
que se les mostraba.
Mientras que en el mismo momento cantaba Buddy Richard
en el restorán Don Giacomo de Viña,
y Lucho Muñoz, el rey de la cebolla, deleitaba
en el Teatro Municipal de la ciudad jardín.
Canciones que escuchaban los padres de esos chicos
Por ser canciones de amor.
El idilio que une la carne masculina con la femenina
y la hacen una.
Pero las Otras Mujeres,
la que se escribe con mayúscula.
¿Dónde están?
Están en el olvido.
Por ser roce secreto que no nace del padre.
Y están los Ovidios y lo Relativo a la oveja (¿acaso descarriada?).
Y Lo relativo al Pastor.
Nombres y Hombres que se enfrentan al sida,
a la indolencia sórdida del odio ajeno
y a la perversión del sujeto.

Y en eso está el padre ¿Qué dice el padre?
Dice que tu experiencia
es la historia del aprendizaje.
Dice que la historia del hijo
son las historias de los abuelos
que hablan de la superación:
ese quiebre con lo Otro.

y en eso el padre recuerda su propia historia
su yo en recambio
que fue el joven
que se hizo padre
que luego volvió a ser hijo
y que ahora vuelve a ser padre
y que sabe que ese es el trofeo mayor
es el reencuentro
que no anula nuestras historias de equívocos fatales
sino que los revive
y nos vuelve más hermoso.

Pero no seas pendejo
eso es lo que tú quieres oír
Porque fue la madre que se volvió padre
(Y no el padre verdadero, hey en serio: ¿cuándo se lo dirás?)
La que te escucho
y que si le quedara fuerzas
sería las mismas piernas que te han de guiar.
Y que por el descuido del padre que no hizo nada
se atrevió a hacerlo Todo.

Porque tu nombre fue sacado de las páginas apócrifas de la realidad.
Porque en un principio fue solamente eso el
Ósculo
Sediento y
Carmesí.
Amador y
Remolino
(que se vuelve ciclón,
vórtice y vorágine,
torbellino y huracán,
tifón y manga de deseos contrapuestos)
es el pecado que enfrenta su superación
y que en ella se vuelve botín de lucha

Oscar despierta.
Porque nadie se atreve a pronunciar tu nombre
Sólo tu madre y tu hermana
(ambas hechas padre)
Y quizás también las prim(a)s y las ti(a)s
Y también los primos criados por las ti(a)s
Y los tíos criados por la abuel(a)
Y el abuelo criado por la bis-bisabue(la).
Oscar ese es tu nombre que vuelve y se revela
aunque ni yo pueda pronunciarlo,
por ser hijo del padre
Por ser nombre de resabios,
nombre de reencuentros,
el nombre de las grandes nobles verdades.

miércoles, 18 de julio de 2007

Estrategias del corazon en palabras .-


Si usted tiene ganas de escribir
Si usted quiere descubrir las estrategias de su corazon en palabras


Taller Literario Moda y Pueblo
Dirigido por Diego Ramirez.-

Miercoles 17:00 hrs o jueves 19:00 hrs.
Lugar:La Carnicería Punk.
Moneda 1741. Local 8
esquina Almirante Barroso .
Metro Santa Ana.

mas info. en:

lunes, 2 de julio de 2007

Taller Moda y Pueblo


Taller Literario Moda y Pueblo

Dirigido por Diego Ramírez


escritura creativa / biografía / deseos / estéticas del desborde / experimentación / escritura de emergencias / escritura de las diferencias / artes integradas.-


Fecha y Horario:
(2 horarios a elección)
desde el Miércoles 11 de Julio.
Horario: 17:00 hrs. a 19:00 hrs.
o el Jueves 12 de Julio. Horario: 19:00 hrs. a las 21:00 hrs.


Lugar:
La Carnicería Punk. Moneda 1741.
Local 8esquina Almirante Barroso .
Metro Santa Ana.

8. 000 mensual.-


mas info. en:modaypueblo@gmail.com

09 / 579 49 54 .

jueves, 28 de junio de 2007

Taller Literario Moda y Pueblo


Taller Literario Moda y Pueblo
D
irigido por Diego Ramírez

escritura creativa / biografía / deseos / estéticas del desborde / experimentación / escritura de emergencias / escritura de las diferencias / artes integradas.-

Fecha y Horario:
(2 horarios a elección)
desde el Miércoles 11 de Julio. Horario: 17:00 hrs. a 19:00 hrs.
o el Jueves 12 de Julio. Horario: 19:00 hrs. a las 21:00 hrs.

Lugar:
La Carnicería Punk. Moneda 1741. Local 8
esquina Almirante Barroso . Metro Santa Ana.
8. 000 mensual.-

mas info. en:
modaypueblo@gmail.com
glamboys_80@hotmail.com
09 / 579 49 54 .

http://niniogato.blogspot.com/

martes, 26 de junio de 2007

Moda y Pueblo


TALLER LITERARIO MODA Y PUEBLO
Dirigido por Diego Ramirez .-
JULIO 2007


Lugar: Mondeda con Almirante Barroso (Metro Sta Ana)


esteticas del desborde / experimentacion / escritura creativa / biografias / deseos .-


mas info en:
modaypueblo@gmail.com
glamboys_80@hotmail.com

domingo, 24 de junio de 2007

Dirigido por Diego Ramirez


TALLER LITERARIO MODA Y PUEBLO
Dirigido por Diego Ramirez .-

Diego Ramírez Gajardo es escritor, Periodista y Comunicador Social. Publica su primer libro de poesía “El Baile de Los Niños”. (El Temple ediciones.) a fines del 2005. Además ha publicado de forma colectiva "Relamido" (2000) y "Corazoncito / Noche" (2002) en coautoría con Gladys Gonzalez. Aparece en las antologías de cuento "Tras la Puerta" (Ergo Sum, 2001), "Relato Virtual" (Sudamericana, 2001); también en las antologías de poesía "Desencanto Personal", reescritura del Canto General de Pablo Neruda (Cuarto Propio, 2003), "(Sic)" (Valente, 2004), "Cantares: Nuevas Voces de la Poesía Chilena", selección de Raúl Zurita (LOM, 2004) "Cuatro Cuartetos: I. Cuatro Poetas Recientes de Chile" (Black & Vermelho, Buenos Aires, 2005). y “18 poetas Latinoamericanos” Selección de Harold Alva. Editorial Signo. (Lima. Peru, 2006). Ha participado en los talleres literarios de Pía Barros, Carmen Berenguer, Pedro Lemebel, Sergio Parra y Malú Urriola, además de la Zona de Contacto de El Mercurio. Ha participado de diversos encuentros de poesia como el Encuentro Latinoamericano de Poesía joven “Poquita Fe” Santiago de Chile (2004-2006), el Encuentro de poesía de mujeres del Cono sur “Con Rimel” Coquimbo, Chile (2006) y el Encuentro de poesía Latinoamericana “Salida al mar” Bs. Aires - Argentina, el año 2005, y el año 2006, gracias al financiamiento de una beca de la DIRAC. Dirige desde septiembre del 2006 los Talleres Literarios El Baile de los Niños.

A los 17 años obtuvo el Primer Premio en los Juegos Literarios Gabriela Mistral (1999) y en el IV Concurso de Cuentos DuocUC (1999). Ha recibido las becas Gabriel & Mary Mustakis a Jóvenes Talentos (2001 y 2002) para creación poética e instalación de arte; la beca del Consejo del Libro y la Lectura para Escritores Nóveles por la obra poética "Tristes Bastardos" (2003), la beca de la Biblioteca Nacional (2003), la beca de la Fundación Pablo Neruda (2004) y de Creación Literaria del Consejo del Libro y la Lectura para terminar su proyecto poético "Mi Delito" (2005) y este año recibe una Beca de Fomento para la Creacion Literaria del Ministerio de Cultura, por el libro de poesia inédito “Mistrala” (2007).



mas info en:
modaypueblo@gmail.com
glamboys_80@hotmail.com =)

viernes, 22 de junio de 2007

Taller Literario 2007


Si usted tiene ganas de escribir

Si usted quiere descubrir las estrategias de su corazon en palabras

Si usted quiere dejar el frio como gesto terrible y fascinante en su biografia



TALLER LITERARIO MODA Y PUEBLO

Dirigido por Diego Ramirez .-


Desde JULIO 2007

Lugar: Mondeda con Almirante Barroso (Metro Sta Ana)


esteticas del desborde / experimentacion / escritura creativa / biografias / deseos .-


mas info en:


glamboys_80@hotmail.com =)

lunes, 18 de junio de 2007

Taller Literario 2007


TALLER LITERARIO MODA Y PUEBLO

Dirigido por Diego Ramirez .-

Desde JULIO 2007 (L)


esteticas del desborde / experimentacion /

escritura creativa / biografias / deseos .-



mas info en:



glamboys_80@hotmail.com